A trece días de las PASO, ya se
vuelve a respirar el clima electoral y nosotros, los votantes, encontramos cada
vez más preguntas que respuestas.
Una vez más aparecen fantasmas,
entre los ciudadanos, como la "re-re", el 82% móvil y el pago de la deuda...
Sin embargo y contrastando ésto mismo con el arduo trabajo de campaña, podemos
encontrar poco y nada de propuestas; sólo más combustible a la grave crisis
política que vive la Argentina en vísperas de las Primarias.
Quizás se pueda analizar desde un
punto de vista más teórico, encontrando sus consecuencias directas en la
metodología obsoleta del peronismo "de izquierda" kirchnerista, amagando
constantemente con la izquierda pero golpeando duro con la derecha. El Frente Para la Victoria sigue mostrando aún más su costado heredado claramente del neo-liberalismo: las
políticas tan mediatizadas como el acuerdo con Chevron o Monsanto, la realidad
del Proyecto X y la Ley antiterrorista han sido objeto de críticas constantes,
valederas y profundas, y el marco para el desarrollo de nuevas inquisiciones
sobre el futuro político de la República.
Es notorio el impacto de los
nuevos "spots" de campaña en las redes sociales y en los medios de
comunicación; sin embargo, es más notoria aún la falta de propuestas reales y
tangibles a corto y mediano plazo por parte de la clase política. En cuanto a
medidas concisas, el FIT -Frente de Izquierda y los Trabajadores- y el MAS -Movimiento al Socialismo- son las únicas agrupaciones que pudieron establecer
paradigmas para la discusión y el debate; el resto de las coaliciones
peronistas y de -pseudo- izquierda solo se han limitado a repartir entre sus
esferas de campaña unos esbozos de "cambio" y "renovación" que poco convencen y
apuntan más a la sensiblería barata. Sin intentar cuantificar ciertos factores,
es sin duda alarmante el proceso de despolitización que están generando las
mismas alianzas y frentes. La falta de orientación teórica, el famoso "anti
todo, pro nada", la ya vista oposición por oposición misma, y la poca capacidad
de generar procesos de identificación y colectivismo en sus propios padrones,
son el caldo de cultivo mismo que llevará al desastre electoral.
Una vez más nos encontramos ante
demasiadas líneas opositoras al kirchnerismo dentro del mismo peronismo, los
actores principales de la Coalición Cívica y el FAP -Frente Amplio Progresista- lanzando manotazos de ahogado sin encontrar respuestas estudiables ante los
desafíos de la "Década ganada", las líneas radicales y esencialmente "opositoras", divididas y desorientadas y un Sergio Massa oportunista y de poca cintura
política que más que ayudar, propone una nube de humo para que la confusión del
electorado se incremente e inclinarlos a su oferta de campaña.
No quiero referirme al tema desde el punto de
vista alarmista o apocalíptico, pero la principal duda está a dos semanas y a
un día de solucionarse: las Primarias son un nuevo objetivo a cumplir, el
destino político de las masas está en un constante juego ideológico que ampara
todo el abanico de posibilidades de gestión habidos y por haber.
Diversos factores se relacionan directamente
con las PASO pero no sólo en el ámbito local, si no también en el panorama
político regional, encabezado por las inclinaciones a metodologías Bolivarianas
y Socialistas del siglo XXI. La estrecha relación entre las potencias
latinoamericanas y, por supuesto, su némesis representado por las clases media
y alta manifestadas en las masivas protestas del 8N y el 18A, así como el
repentino vuelco de gran parte de la sociedad venezolana hacia la derecha
caprilista, son fenómenos dignos de análisis.
La política que no responde al
archivo, las ansias de poder y las pocas propuestas, siguen desconcertándonos.
(*)18 años, estudiante de Lic. en Ciencia Política en Universidad Nacional de Villa María.
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