Por María José
Viola
Se cumplen 68 años de lo que
fuera un día inaugural no solo en la historia del peronismo sino también en la
historia de la Argentina. El 17 de octubre condensa los grandes hitos
protagonizados por los sectores populares del Siglo XIX y comienzos del Siglo
XX en búsqueda de protagonismo, visibilidad y participación política. El 17 de
octubre inaugura la tradición política más vigorosa y dinámica de la Argentina
del Siglo XX. El 17 de octubre es ese "subsuelo de la Patria" que de
un modo aluvional e insurreccional avanza hacia la Plaza de Mayo con la clara
consigna de "Liberen a Perón"; expresándose así el vínculo emocional
entre la masa y el líder depuesto que daría origen al rasgo plebiscitario del
peronismo como identidad política. Asimismo, Perón comprende que lo expresado
en la Plaza debía institucionalizarse en el marco de las reglas de juego
establecidas por el constitucionalismo liberal que se concreta en la sanción de
la Constitución Nacional de 1853.
El peronismo introduce el sueño
de una sociedad sin injusticias, de una sociedad fundada en la fraternidad
solidaria pero lo hace sin violentar el sistema político vigente. Tal es así
que Perón rápidamente plantea la necesidad de organizar un partido político: el
Partido Justicialista. Perón plantea que las transformaciones expresadas en
políticas públicas concretas se traduzcan en un conjunto de leyes e incluso en
una reforma constitucional. Aquí aparece el populismo articulándose con lo más
significativo de las narrativas republicanas. Perón entiende que si la política
se transforma en un profesionalismo partidocrático burocratizado, en un mero
formalismo, deja de interpelar a la sociedad y pierde su dimensión
transformadora e inclusiva. El rasgo populista y plebiscitario se observa en la
dinámica de la convocatoria periódica a los llamados "cabildos
abiertos" en la Plaza de Mayo ya que el objetivo era construir una
sociedad democrática y democratizadora.
Estas narrativas están hoy
presentes en el peronismo de allí que entendamos que esta identidad política
tenga no solo capacidad de gobernabilidad sino capacidad de resignificación y
un enorme dinamismo y potencial a la hora de interpelar a los sectores
populares. Es importante resaltar que a partir del 17 de octubre se cristaliza
un diálogo entre Perón, que aparece como conductor del proceso y del movimiento,
y la masa que tiende a convertirse en Pueblo. Recordemos que Evita en
"Historia del Peronismo" distingue estos conceptos: "la masa es
inorgánica, el pueblo es un colectivo con conciencia social, personalidad
social y organización social". Esta relación se expresa a través de lo que
los peronistas denominamos un vínculo de lealtad. La lealtad es la adhesión
consciente de las mayorías populares al Proyecto y a la Doctrina Justicialista.
El subsuelo de la Patria, a partir del accionar de Perón en la Secretaría de
Trabajo y Previsión Social se sintió interpretado e invitado a la construcción
de la Comunidad. La lealtad aparece como una condición fundamental del
militante justicialista. En el peronismo el accionar justo genera un
sentimiento y el sentimiento moviliza la conciencia.
El 17 de octubre Perón entiende
que un proyecto de transformación supone la movilización popular, que las
mayorías populares se hagan visibles en las calles, en las plazas pero
entendiendo también que el desafío es crear lo nuevo a partir de lo existente.
De allí que el peronismo procure realizar la esperanza a partir de la realidad.
El 17 de octubre en cuanto
nacimiento expresa una solución ideológica nacida de la Argentina criolla,
mestiza: la llamada Tercera Posición. Que no es otra cosa que la superación de
la dialéctica colectivismo-liberalismo.
El Día de la Lealtad nos convoca
a reflexionar acerca de las razones profundas de nuestra militancia. Nos
convoca a seguir trabajando por la inclusión de todos en una Argentina con
desarrollo productivo y Justicia Social. Nos invita a poner en primer plano los
fines y los ideales y a encontrar nuevas formas más eficaces de orientar
nuestra vocación política. Los peronistas sabemos que donde hay una necesidad,
hay un derecho vulnerado. Sabemos que mientras haya pobres, que mientras haya
hombres y mujeres víctimas de la violencia inhumana, ancianos y enfermos
muertos a causa de la injusticia será necesaria la política como acción
transformadora.
(*) Profesora de Historia,
candidata a diputada nacional por Unión por Córdoba. Llegó a integrar la lista
de UPC, luego de las PASO, acompañando a Martín Llaryora como segunda
precandidata en Frente Renovador.
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