Por Damián Pivatto
El martes pasado, en la última sesión del año de la Legislatura de Córdoba y tras cuatro años de debate en una comisión
legislativa, se aprobó el Código de Convivencia Ciudadana con un amplio
apoyo; impulsado por el oficialismo,
Unión por Córdoba, y acompañado por la
mayoría de los bloques opositores.
En el mundo existen dos clases de Estados, por un lado los
que tienen leyes rígidas y controles flexibles y, por otro, los que tienen leyes
flexibles y controles rígidos. Hoy, puedo decirles con exactitud que tanto la
sociedad cordobesa como sus gobernantes hemos comprendido los nuevos desafíos a
los que nos afrontamos, y es por eso que estamos inaugurando un nuevo código de
convivencia ciudadana consensuado, donde hemos pasado de ser aquel primer
Estado con normas desfasadas en tiempo y espacio, a un Estado con leyes
adaptadas a la realidad cotidiana de la sociedad, brindando mayores libertades
individuales, pero también mayores compromisos y obligaciones con el bien
común.
En los párrafos siguientes voy a recalcar algunos de los que
a mi entender fueron los avances más importantes que se llevaron adelante en la
comisión parlamentaria y se plasmaron en la elaboración de este nuevo código,
donde se aprendiendo principalmente de las falencias del anterior, y se apuntó
a que la relación que se genere entre las leyes que rigen las conductas y las
conductas reales del día a día de los cordobeses, sean más estrechas.
Entonces, encontramos por ejemplo que la discrecionalidad
policial se va a ver drásticamente disminuida en materia de detenciones,
cuestión que celebro. El juzgamiento de las contravenciones ya no estará a
cargo de la misma Policía que produce las detenciones sino que será tratada por
funcionarios judiciales. Por otro lado, un contraventor va a tener el derecho a
ser defendido por un abogado brindado por el Estado si es que no puede pagarlo.
También se redujo de 48 a 8 horas como máximo de detención para averiguación de
antecedentes. Por otro lado, los menores de 16 años en caso de ser detenidos
deben ser llevados a la dependencia policial más cercana para ser entregados a
sus padres o tutores o en su defecto a la Senaf (Secretaría de Niñez,
Adolescencia y Familia); como así también, quien se encuentre en estado de
ebriedad o bajo efecto de drogas, debe ser llevado a un hospital. Además de que
no va a hacer falta que salgas con tu documento, ya no te lo pedirán.
Un capítulo aparte le dedico a los naranjitas, los “quema
gomas” y el manoseo. Los “naranjitas”, a lo que se refiere el nuevo código es
que “se castigará con arresto de hasta tres días” a aquellos que cuiden
vehículos sin ser autorizados. Medida que ayudara a la regulación de un trabajo
problemático que se da en las regiones céntricas de las grandes ciudades de la
provincia. Considero que favorece al trabajo registrado (en las formas que la
actividad utiliza) ya que los que quieran desarrollar esta actividad deberán
inscribirse para poderla ejercer, lo que le brinda tranquilidad no sólo a los
trabajadores sino a los usuarios.
Los “quema gomas”. Uno de los métodos más usado de protesta
en este siglo ha sido el cortar las calles, avenidas y rutas. Esta forma de
protesta ha sido efectiva para aquellos que la han llevado adelante, ya que si
fuera el caso contrario no la utilizarían más. El problema es que una de las
características de los cortes es la quema de gomas de caucho u otros elementos.
Lo denomino como problema porque no sólo pueden salir heridos los
manifestantes y ciudadanos que no participan de las mismas, sino que además
contaminan el ambiente, destruyen el asfalto y se dañan los bienes públicos y
privados que se ubican cerca o en el transcurso de la protesta. Es por eso que
festejo la resolución de este código de prohibir y sancionar la quema en las
protestas, por que como dirigente me preocupa no sólo el bienestar de las
personas, su patrimonio, y la integridad de los bienes públicos, sino también la
salud del ambiente.
Por último, pero no menos importante, en materia de
violencia de género se prevé en este nuevo código, el castigo efectivo a los
“acosadores” y “manoseadores” sin importar el sexo. Cuestión de convivencia más
que importante para la vida tranquila de todos y de un avance sin precedentes
en esta gran problemática.
Quiero cerrar recalcando dos cuestiones políticas muy
importantes. Primero, el consenso casi unánime con el que fue gestado este
código, donde todos los bloques exceptuando los del MST y FIT (con un
legislador cada bloque) se pusieron de acuerdo para plantear una política de
estado en materia de convivencia ciudadana. Este avance es muy importante para
la política cordobesa, sobre todo resaltando que fue impulsado por la gestión
de Unión Por Córdoba.
Y segundo, estoy convencido de que con esta nueva base
jurídica más la relevancia e importancia
que le va a otorgar el Gobernador electo Juan Schiaretti a los Derechos
Humanos, así como lo hizo en su primera gestión, vamos a poder vivir en una
provincia regida por la paz y la unión de sus ciudadanos en búsqueda de una
felicidad mayor para todos.
Damián Pivatto tiene 22 años.
Es estudiante de la Licenciatura en
Ciencia Política y Relaciones Internacionales en la Universidad Católica de Córdoba.
Diplomado en Politicas Publicas.
Miembro de la organización política Juventud del Bicentenario.
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