La realización de ambos grupos de discusión brindó importantes datos comparativos, al tiempo que permitió sacar, no de modo generalizador sino como apunte referencial, algunas conclusiones interesantes para el análisis y la reflexión.
La política basada en ámbitos democráticos asume como valor estructural la tolerancia y la construcción del conocimiento mediante la diversidad y la pluralidad. No obstante, en el grupo de jóvenes militantes, en el que el ejercicio político debería estar más afianzado, estos valores se desdibujan y son bastante olvidados. Es en la dinámica con jóvenes sin militancia en la que se logra un proceso de producción de pensamiento de mayor profundidad y con mayor enriquecimiento de las discrepancias entabladas. Así, mientras que en éste grupo se observó una marcada orientación de construcción, en el segundo fue una mecánica de reproducción lo que predominó durante todo el desarrollo. Más aún, fue en el de los jóvenes militantes en el que se identificó posturas más símiles en relación a la realidad política actual: posicionamientos polarizados y marcadamente dicotómicos.
Una de las variables que más diferencias marcó fue, sin lugar a dudas, la interacción. Mientras que en la entrevista grupal con jóvenes que no realizan militancia partidaria ésta fue la causa fundamental de la producción conceptual, en el grupo con jóvenes militantes su ausencia devino en la imposibilidad de construir desde la dinámica grupal. Y esto se relaciona con la falta de tolerancia y las posturas extremas que se marcaron anteriormente. Se evidencia cómo la militancia influye en la consolidación de perspectivas rígidas y cerradas, en donde la extrema identificación con un determinado partido parece afectar la capacidad de reconocer otros puntos de vista o de cuestionarse en lo que se piensa y se sostiene. La escucha se traduce en la búsqueda de elementos para refutar lo que se dice, por lo que cada intervención se presenta, no explícitamente pero sí a nivel de contenido, como una respuesta a lo que uno de los participantes haya expresado.
Otro de los datos que es necesario resaltar es la concepción que se ha manifestado de lo que es la política. Claramente, la visión más restrictiva viene de los militantes, en donde el debate político se reduce a una serie de medidas y a unos cuantos políticos del pasado y del escenario actual. No ocurre lo mismo con quienes no participan de una militancia partidaria, en donde se abre el abanico de la discusión a ámbitos como el Tercer Sector y la actividad ciudadana.
Como proposición superlativa que ha dejado la experiencia se debe nombrar la incapacidad para construir consensos que manifestó el grupo que participa de la juventud de algún partido político. Las exposiciones de cada uno de los integrantes fueron discursos que no se tocaron entre sí y en los que no se evidenciaron firmes intensiones de establecer puntos o perspectivas en común.
En definitiva, como síntesis de lo experimentado, podría decirse que cuanto más institucionalizada se encuentra la actividad política más susceptible se vuelve a contraer los vicios y las falencias que el sistema político nacional presenta.
2 comentarios:
Me encantó el trabajo Danilo. Esto demuestra que no hace falta militar en un partido para saber sobre politica. Todo lo contrario, los que parecemos desconocer o desinteresarnos en estos temas, muchas veces somos los que le damos a los debates la cuota de tolerancia y respeto al prójimo, que no siempre significa desconocimiento.
Publicar un comentario