Alejandra Ferrero es Abogada, escribana, militante de la UCR, ex Síndico de Crese |
¿Hasta qué edad podríamos decir hoy que una persona es un
joven? ¿Cuántas veces escuchamos esos pedidos de renovación dentro de un partido
que quizás hieren a algún sabio y antiguo dirigente? José Ingenieros decía que
joven no es aquél de corta edad sino que lo es quién no es cómplice del pasado.
Creo que no existe mejor definición, ni encuadre.
Frente a la indiferencia reinante en la sociedad y frente a
esta falta de compromiso y de ganas de
involucrarse en asuntos que nos atañen a todos, existen muchos jóvenes
que día a día militan ideas, y batallan, cada uno desde su espacio y color político, con un mismo fin: transformar la realidad y mejorarla... ¿cómo? Todos con la misma herramienta, un
arma filosa, pero que bien utilizada puede cambiar el destino de millones de
argentinos: la política. Y política entendida como la posibilidad del
encuentro a través del dialogo y no de la confrontación; política como
capacidad de lograr consensos y no potenciar conflictos. A diferencia de lo que sostenía Mouffe, que la
política de los consensos era la antipolítica y que el reencantamiento de la
política se daba cuándo me daba la posibilidad de cambiar algo y ahí aparecía
el conflicto.
Por conflictos o por
consensos, en este último tiempo, muchos jóvenes se han acercado a la política movidos por distintos intereses. Quién sino los jóvenes van a tener esa fuerza
necesaria para impulsar cambios, esas ganas, esa rebeldía propia de los
temperamentos que no abdican, que la pelean, que entregan sus tiempos y su vida
a la lucha por una idea o una reivindicación.
La incorporación de más de 20 jóvenes al gobierno municipal
de Ramón Javier Mestre fue un acto de apertura muy grande, una estrategia donde
se supo combinar la sabiduría y
experiencia de nuestros grandes dirigentes y técnicos, con las ideas
innovadoras, las ganas y sueños de estos jóvenes. Se necesita mucha
responsabilidad, se necesita conciencia de la capacitación, el conocimiento no
ocupa espacio y posee un valor en sí incalculable. Necesitamos ese afán de seguir
superándonos, no sólo a través de títulos sino como personas. Una gestión de
gobierno se lleva adelante con ideales, con convicciones, con militancia en territorio, pero también
necesita una base sólida y técnica de sustentación, un programa de gobierno, dónde
institucionalmente se canalice y se
plasme la acción que se pretende llevar a cabo en cada Secretaría. Es imperioso que los
jóvenes tengamos criterios propios, seamos seres críticos y formados, que con
humildad estemos abiertos a seguir aprendiendo y a su vez enseñando, en eso
consiste un equipo, en complementarse, en ayudar, en tender un puente hoy para
que mañana pueda usarlo tu compañero o correligionario para llegar a destino. El gobierno es una red, dónde necesariamente jóvenes y mayores sin distinción
debemos trabajar unidos, a su vez unidos con los trabajadores del Suoem porque
el interés es común y superior, lograr el bienestar de estos ciudadanos
cordobeses tan desilusionados, tan
moralmente heridos, tan falto de respuestas en los últimos 12 años de
ausencias.
Por eso cuándo escucho el debate para ver si los jóvenes de
16 van a poder votar, me pregunto: ¿como
país no tenemos otras prioridades? Sería bueno también que podamos fortalecer
nuestra cultura cívica de las escuelas, para que el joven de 18 y quizás muchos
argentinos mayores aún, puedan tomar conciencia del protagonismo que manejan al
ejercer este acto electoral y ojalá
estos chicos de 16 pudieran votar en un
futuro porque se capacitaron y puedan hacerlo a conciencia, porque tuvimos un sistema educativo fortalecido,
sustentable en el tiempo; porque fueron
educados con libertad, en democracia, y así estaríamos en presencia de chicos criteriosos que concurren a votar y no
manadas de niños manipulados hacia un fin meramente electoral.
Como funcionaria joven, me siento orgullosa de estar acompañando a un gobierno de la UCR,
reivindicando sus valores en el accionar de cada día. Todos venimos llevando a
cabo programas de trabajo y con un arduo esfuerzo estamos ordenando nuevamente
las áreas, para que en unos años todos los cordobeses volvamos a tener esa
ciudad que solía brillar y que nos merecemos. Ramón Mestre ha cambiado el
paradigma de lo que venía siendo una gestión de gobierno en Córdoba,
incorporando jóvenes en puestos claves de su gobierno. El reconocimiento de
jóvenes capaces en las listas será una lucha a futuro a la que no hay que
abdicar. Por eso, jóvenes, no hay que bajar los brazos! Aprovecho para invitar a
todos aquéllos jóvenes que quieran participar a través de un partido político,
a que se sumen, a que no vean la vida por un noticiero o sean testigos ausentes; participen, sean
protagonistas, que cada sueño es un desafío posible.. Este gobierno municipal
es un gran equipo plenamente integrado con jóvenes, con mayores, hombres y mujeres, pero lo
importante es que todos nos encontramos atravesados por los mismos sueños, por
las mismas esperanzas, compartimos la
convicción que desde el Estado pueden lograrse las transformaciones necesarias,
haciendo el aporte para lograr la construcción de un mejor país.
*Sub-Directora de Presupuesto Participativo
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