lunes, 5 de noviembre de 2012

Argentina aprobó el voto joven

Análisis del joven politólogo Ezequiel Giletta 

El Congreso argentino aprobó la semana anterior la ley que permitirá el voto en elecciones nacionales a partir de los 16 años. De este modo, casi 1,5 millones de jóvenes se incorporarán al padrón electoral y podrán sufragar en las elecciones legislativas del próximo año.
La ley Nº 26.774 modifica siete leyes nacionales, entre las que se destacan la de ciudadanía y el Código Nacional Electoral, con el objetivo de habilitar a los jóvenes de 16 y de 17 años a votar en elecciones nacionales reconociéndolos como “electores”. Cabe destacar que el voto para este sector no será obligatorio, de manera similar que sucede con las personas mayores de 70 años.
El proyecto del voto joven fue promovido por el senador Aníbal Fernández, un kirchnerista duro que hasta el año pasado fue el Jefe de Gabinete de Cristina Fernández. La discusión del tema, como pocas cuestiones lo logran, cruzó transversalmente a la sociedad argentina y el tema fue tópico de discusión en programas políticos, universidades, escuelas y grupos de amigos. Nuevamente el gobierno nacional marcó la cancha del debate político y presentó el proyecto en el marco de un discurso de extensión y ampliación de derechos políticos.
Tal como pasó en temas como la expropiación de YPF y el matrimonio igualitario, por citar algunos casos recientes, este proyecto ha generado posturas y debates internos dentro de cada partido y bloque en el Congreso. Si bien el gobierno contaba con las mayorías en cada Cámara para aprobar el proyecto, logró reunir el apoyo de diversos bloques, como el de algunos sectores de la Unión Cívica Radical y del Frente Amplio Progresista. Sin embargo, la media sanción dada en Diputados terminó con estos bloques abandonando el reciento tras la palabra del diputado oficialista AndrésLarroque, referente de la agrupación La Cámpora, quien se despachó con críticas por otros temas de actualidad.

Los jóvenes y la política
En un artículo anterior se explicaba que esta ley puede ser beneficiosa en el mediano plazo en la medida en que los partidos políticos deben abrirse a la juventud e intentar cautivar a este sector de la población.
No obstante ello,  la realidad argentina es compleja: la situación de un adolescente en Capital Federal es muy distinta a la de un joven de en la provincia Corrientes o de Jujuy. Hasta ahora, los jóvenes menores de 18 años son sujetos de política pero no sujetos políticos. De hecho, la principal política social del gobierno nacional, la Asignación Universal por Hijo, tiene como población objetivo a los menores de edad.
En este contexto, es positiva esta discusión y la ley recientemente sancionada. Aún así, diversos estudios de opinión recientes han mostrado que la mayoría de los jóvenes se muestran desinformados o desinteresados sobre las cuestiones políticas. Por ello, se presenta como un enigma cuál será el nivel de participación de los jóvenes en las próximas elecciones.
Este hecho, a riesgo de presentar una dificultad representa un gran desafío los partidos políticos, que deberán esforzarse por captar su atención, primero para interesarlos en la política y luego para obtener su voto. Por ello, es importante que ese voto sea voluntario para que la obligación sea de los partidos: deben “salir a la calle” a conquistar nuevos electores.
Posiblemente, esta medida tenga un impacto que no está siendo considerado y es que los partidos al tener que adaptarse al nuevo electorado, proponiéndole políticas específicas e intentando convencerlos de recibir su voto, suceda algo mucho más importante: que incluyan a los jóvenes en sus filas favoreciendo la renovación de sus elites en el mediano y largo plazo.

*Politólogo, editor de Asuntos del Sur. Esta nota fue publicada en  Asuntos del Sur

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