Por Fausto Cabral*
La organización vence el tiempo y el hecho
de arriar las banderas de la Justicia Social, Independencia Económica y de
soberanía política es muy difícil porque son cosas permanentes. Pero en cambio,
la doctrina como formas de ejecución de aquellas banderas varían de acuerdo a
las circunstancias, decía Juan Domingo Perón.
El peronismo no debe ser
reformado, el peronismo debe ser adaptado y actualizado para que responda desde
las 20 verdades a las nuevas necesidades y problemáticas propias que nos
presenta el contexto de un mundo globalizado, regionalizado y bajo la dinámica
propia que significa el impacto de la revolución tecnológica en las relaciones
sociales y políticas participativas.
En estos momentos que la
discusión gravita sólo en torno a nombres, reuniones y gestos entre dirigentes
que puedan llegar a la conducción del movimiento, creo que hay algo de fondo
mucho más enriquecedor para identificar.
Como menciona nuestro Papa
Francisco estamos transcurriendo un momento histórico que representa un cambio
de época más que una época de cambio y ello también será un determinante
considerable a la hora de cargar con el bastón de mariscal. Los quienes vienen
con el porqué y es algo a tener en consideración en esta presente discusión que
recién comienza en el seno del liderazgo justicialista.
Es por ello que creo que vale
exponer de una manera breve algunas de las que considero son las nuevas
circunstancias y fenómenos que demandan nuevas formas de ejecución y que por
supuesto no se agotan en sí mismas.
De la militancia de masas a los Catch all party
El período de entre guerras fue una
etapa donde la tipología de los partidos se basaban en su capacidad de
“movilización” de masas y guardaban un fuerte componente ideológico con un
electorado, valga la redundancia, movilizado fundamentalmente por causas
ideológicas. La función del partido era lograr la unión del líder con la masa o
el pueblo y así encuadrar sus seguidores bajo un proyecto político, un conjunto
de ideales, una mística y un ideal de nación. De esta maneta, los partidos de
masa buscan un respaldo electoral amplio y general, en contraposición de los
respaldos sectoriales propios de los partidos de elite.
A fines del siglo XX comienzan a surgir los partidos llamados “Catch all party”
o “partidos atrapa todo” que son partidos que comienzan a configurarse en torno
a un electorado en el que cobra menos peso relativo los factores ideológicos y
de clase. De esta manera la lógica de los partidos atrapatodo responde a un
partido pragmático, preocupado por la imagen de sus líderes y por adquirir ventajas
en un espacio complejo donde pesa la influencia de los medios de comunicación
ante un electorado notoriamente más pasivo.
El peronismo fue, es y será un movimiento de bases. Pero además de ello es
necesario destacar que la militancia territorial ya no es la única vía que se
debe tomar en cuenta a la hora de buscar conseguir y lograr réditos electorales
significativos. El impacto de las redes sociales en las formas de militancia
ante un nuevo electorado es un nicho aún no explotado del todo.
En la actualidad,
aproximadamente 2 de cada 10 argentinos milita en política (el 22,4 % de los
argentinos está afiliado a un partido político). De esta manera, la mayoría del
electorado es independiente y este se moviliza por causas no por principios
doctrinarios e ideológicos.
Es así como el auge de la militancia digital, el auge del electorado 2.0 y la
movilización por causas empieza a cobrar un papel cada vez más relevante para
la militancia política. Ya la militancia no es sólo territorial como en el
período de entreguerras, sino que la organización y el trabajo militante
empieza a cobrar mayor sentido ante espacios que antes le eran ajenos y hasta a
veces desconocidos.
Antes se trataba de movilizar las masas, hoy en día los medios de comunicación
son los que han cobrado carácter masivo.
Por último, la movilización ya no se debe entender solamente en el sentido de
organización y traslado bajo causas partidarias, sino que las movilizaciones
responden cada vez más a la instalación de causas que los dirigentes puedan
acompañar con su voluntad política que provienen de segmentos independientes de
la sociedad. Ejemplo de ello puede ser un congreso donde se representen los
sectores emprendedores, juveniles, ecologistas, ONG´S, etc.
La verdad
18: Nuevos desafíos a la Justicia Social, a la libertad económica y a la
soberanía política
La Justicia Social presenta una serie
de desafíos propios del siglo XXI. Las
necesidades y los derechos que deben garantizarse, alcanzarse y proclamarse se
han ampliado ante la presencia de nuevos fenómenos que plantea la globalización
y la revolución tecnológica.
La alfabetización tecnológica, el narcotráfico, el cuidado del medio ambiente y
las migraciones; son algunas de las tantas cuestiones que se suman a los viejos
desafíos del justicialismo en el aporte de una nueva Argentina.
La libertad económica se ve afectada por el impacto de la
tecnología en los flujos financieros internacionales que ahora se suceden en
tiempo real. Por otra parte la baja de los costos de transporte ha dinamizado
el comercio mundial, como así también las empresas transnacionales han diversificado
su encadenamiento productivo donde ya estas no operan solo a escala nacional.
Por otra parte los Estados ya no son los únicos actores en el orden económico
mundial, las organizaciones internacionales como el FMI, Banco Mundial,
Organización Mundial del Comercio, el BID, entre otros, son actores con mayor
intervención en el plano doméstico e internacional.
La necesidad de vinculación regional y los mega regionalismos hacen necesario
también que emerjan nuevas conceptualizaciones de acción ante la libertad
económica en un mundo de mayor interdependencia.
Las organizaciones
internacionales, los mega regionalismos, los regionalismo y las nuevas
amenazas, o amenazas no tradicionales, producto de la globalización afecta
directamente la soberanía política de un Estado, siendo este el que decida
donde trasladar los costos del feedback constante que se da en los procesos de
dimensión interméstica.
Por otra parte la gestión
de un gobierno debe estar en constante adaptación ante la emergencia de
múltiples actores y una opinión pública cada vez más autónoma y volátil con
múltiples canales de manifestación donde se deben rendir cuentas todos los
días.
La verdad 19: Los nuevos desafíos organizacionales
del Estado
El peronismo se ha caracterizado por un
Estado que sirve de árbitro entre las luchas de intereses para lograr la
armonía de clases. Es así donde se expresa la necesidad de que las demandas
sociales se manifiesten de manera organizada para poder ser resueltas en el
seno del Estado.
De esta manera es donde el Estado peronista es un actor que interviene tanto en
los aspectos sociales como económicos de una sociedad. Es así como ante un
modelo agroexportador agotado y demandas sociales no contempladas que se manifestaban
de manera dispersa, el Estado aparece como el gran ordenador de un modelo
industrialista y de redistribución social de las riquezas.
En el siglo XXI, como menciona Manuel Castells, no todo es global. La mayoría
del empleo, de la actividad económica, de la experiencia humana y de la
comunicación simbólica es local y regional. También las instituciones
nacionales siguen, y seguirán siendo en un futuro, las instituciones
predominantes. Pero por otro lado, los procesos de estructuración económica, la
tecnología, la comunicación, responden cada vez más a dinámicas globales. Como
son el caso de los mercados financieros, las redes de producción y del
comercio, los grandes medios de comunicación, la ciencia y la tecnología. De
esta manera el autor menciona que la era de la información conecta a su paso
todo lo que vale y desconecta todo lo que no vale o se desvalúa.
Es así que la globalización es segmentación y diferenciación. Estas fuerzas que
intervienen generan una nueva necesidad de reconstruir el Estado, su
organización y su capacidad de intervención.
El Estado (sobre todo desde la irrupción del peronismo en la historia
Argentina) fue, es y será importante, pero sería ingenuo pensar que muchas
cuestiones como la política económica pueda encerrarse hoy por hoy pura y
exclusivamente en el ámbito nacional, como así también las estructuras
políticas partidarias tradicionales puedan encausar nuevas expresiones
participativas. Es así como la soberanía del Estado ya no le es un atributo
propio, sino que ahora la soberanía se comparte, pero lo que no ha perdido es
su capacidad de acción.
De esta manera la capacidad del Estado está dada en su capacidad de
intervención, más que en su capacidad de control, y en un mundo donde
intervienen diversos actores en diferentes niveles debe comenzarse a concebir
al Estado como un Estado red para que se logre un grado óptimo y eficiente de
intervención.
El Estado red es una opción para pensar el Estado de otra manera y que dé
mejores respuestas no solo a nivel operativo y de intervención, sino que sea
más efectivo aún en cuestiones de representatividad, expresión de las entidades
culturales en un territorio, definición de intereses ciudadanos, aproximación
ciudadana, canalización de demandas públicas y aceitar de mejor manera los
mecanismos de Accountability.
El Estado red es coordinación y mejora en la redistribución de competencias y
recursos para mantener un Estado fuerte ante un contexto global continuamente
cambiante, ante ello la tecnología cruza transversalmente la administración
pública.
Creo que se está transcurriendo un momento histórico y bisagra donde se discutirán no sólo liderazgos en el seno del movimiento justicialista, sino que con ellos también vienen las ideas en las formas de ejecución y estas no son patrimonio exclusivo de una franja etaria, sino de la capacidad de responder ante nuevas necesidades de la época. Frente a ello considero que los jóvenes tenemos mucho que aportar y donde nuestra riqueza no reside bajo el simple hecho biológico de ser jóvenes, sino por asumir un compromiso generacional en comunión con los grandes liderazgos que nos representan política e intelectualmente en el marco de un momento histórico que guarda consigo un sin número de desafíos que nos necesita con la cabeza formada y el corazón trabajado para enfrentarlos.
Creo que se está transcurriendo un momento histórico y bisagra donde se discutirán no sólo liderazgos en el seno del movimiento justicialista, sino que con ellos también vienen las ideas en las formas de ejecución y estas no son patrimonio exclusivo de una franja etaria, sino de la capacidad de responder ante nuevas necesidades de la época. Frente a ello considero que los jóvenes tenemos mucho que aportar y donde nuestra riqueza no reside bajo el simple hecho biológico de ser jóvenes, sino por asumir un compromiso generacional en comunión con los grandes liderazgos que nos representan política e intelectualmente en el marco de un momento histórico que guarda consigo un sin número de desafíos que nos necesita con la cabeza formada y el corazón trabajado para enfrentarlos.
¿Quién es Fausto Cabral?
Fausto Cabral tiene 24
años, nació y vive en la ciudad de Córdoba. Además, es estudiante avanzado de
la carrera de Relaciones Internacionales y Ciencia Política, en la Universidad
Empresarial Siglo XXI. Fausto participa en política: es miembro de Juventud del
Bicentenario. Contactá a Fausto a través de las redes sociales: Twitter y Facebook.
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